1. TRATAMIENTO CONSERVADOR TERAPÉUTICO
El tratamiento en los adultos mayores es variado ya
que examina el disco en las regiones: cervical, dorsal y lumbar, ha sido muy
discutido, pero las cifras estadísticas reportadas por diferentes autores en la
literatura mundial mencionan que entre 60 y 90% de los pacientes se recuperan
con tratamientos conservadores bien dirigidos, sin tener de nuevo
sintomatología. Estas cifras se extienden hasta el tercero y cuarto episodio de
crisis de osteoporosis. El tratamiento no quirúrgico, requiere de una
evaluación individual, que incluye entre otros puntos los siguientes: control
de enfermedades sistémicas, equilibrio ponderal, educación para higiene de la
columna vertebral y fortalecimiento de grupos musculares.
1.1.MEDIDAS NO FARMACOLÓGICAS O PREVENTIVAS DE LAS FRACTURAS
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Dieta adecuada rica en calcio: diariamente se pierde calcio a
través de la orina y el sudor. Si las necesidades son superiores al aporte del
mismo, se va a producir una disminución de la reserva, constituida por el hueso
fundamentalmente. El calcio se encuentra principalmente en la leche y derivados lácteos como el queso y el yogur. Un litro de
leche contiene aproximadamente un gramo de calcio elemento
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Aporte de
vitamina D: favorece la absorción del calcio y su incorporación al hueso.
Para la mayoría de los adultos la exposición al sol y una dieta equilibrada son
suficientes para mantener unos niveles adecuados, pero en ancianos que a menudo
salen poco a la calle suele ser insuficiente.
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No excederse
con la cafeína: esta sustancia tiene un efecto diurético que hace que la
excreción de calcio a través de la orina sea mayor de lo normal. Intenta
moderar el consumo de café y otras bebidas que la contengan.
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Ejercicio
físico diario: la práctica diaria de ejercicio, como caminar 20 minutos todos los días, aumenta la masa ósea y
disminuye el riesgo de fracturas. Asimismo, para mejorar el equilibrio y evitar
caídas se pueden practicar deportes como el taichí o el yoga.
1.2.TIPOS DE FRACTURAS
Todos los tejidos del
cuerpo tienen capacidad de regenerarse una vez que se lesionan por alguna
razón: el organismo, inmediatamente luego de la lesión, comienza a producir las
células y sustancias necesarias para reconstruir los tejidos con las mismas
características que tenía el tejido lesionado antes de la lesión.
El hueso es un tejido
vivo, que a pesar de ser duro y resistente se puede romper. Tiene una capacidad
de regeneración muy alta, y es importante conocer qué sucede en el organismo
para reparar un hueso roto, proceso al que llamamos consolidación ósea. En esta
infografía te explicamos los tipos de fracturas, su tratamiento y sus cuidados.
5.2.1 Fractura transversa
Son fracturas cuyo
trayecto es perpendicular al eje mayor del hueso. Generalmente es provocada por
un golpe directo al hueso y no se desvían los fragmentos óseos. Son de fácil
reducción y son estables lo cual hace que su tratamiento sea fácil y de
pronóstico favorable.
5.2.2. Fractura lineal
Una fractura lineal es
una fractura que corre en el mismo sentido del eje mayor de un hueso, sin que
se mueva alguna parte de tejido óseo. La gravedad de esta fractura es similar a
la de la fractura transversal: son de fácil reducción y son estables. No
necesitan de cirugía, a no ser que existan complicaciones.
5.2.3. Fractura oblicua sin desplazamiento
La fractura oblicua es
una rotura del hueso en forma inclinada. Son causadas por traumatismos directos
o indirectos. El no desplazamiento de la fractura significa que los extremos
fracturados son están separados uno del otro.
5.2.4. Fractura oblicua con desplazamiento
Es igual que la fractura
oblicua sin desplazamiento: una rotura del hueso en forma inclinada. Lo que lo
diferencia de la fractura sin desplazamiento es que sí existe una separación de
los extremos de la fractura. El desplazamiento implica compromiso mayor de los
tejidos que se encuentran alrededor de la lesión.
1.2.4. Fractura en espiral
Las fracturas en espiral son
similares a las fracturas oblicuas: el ángulo de la fractura atraviesa en forma
diagonal al hueso, pero tienen un elemento de rotación que discurre
longitudinalmente en el hueso. Son fracturas poco frecuentes. Corren peligro de
desplazarse solo con la fuerza de contracción que produce un músculo.
1.2.5. Fractura
en tallo verde
Son fracturas que ocurren
en niños, en donde a pesar del poco desarrollo del tejido óseo en cuanto a
calcificación y resistencia, los huesos se astillan. Son de fácil reducción, ya
que no hay desplazamiento, pero el problema de éste tipo de fracturas es que se
corre el riesgo de las fracturas constantes debido a la alta elasticidad de los
huesos de los niños.
1.2.6. Fractura conminuta
Es una fractura grave,
debido a que es como si se quebrara un vidrio: el hueso se quiebra en muchos
pedazos. Esta fractura se produce por fuerzas torsionantes, generalmente
por traumatismos o golpes, independientemente de si son directos o indirectos.
1.2.7. Fractura de estrés
Un tipo de fractura poco
conocida es la fractura por estrés. Este tipo de fractura ocurre por un
movimiento repetitivo que poco a poco va debilitando la estructura ósea hasta
que la lesiona y ocurre la fractura, por ende no existe antecedente de un
traumatismo agudo. Este tipo de fracturas es bastante común en los
deportistas de carrera y salto además del personal militar y mujeres con la
triada de la atleta femenina.
En el vídeo a
continuación te presentaremos los lugares más comunes donde ocurre este tipo de
fracturas, cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica, cuál es su tratamiento
y cómo prevenir su aparición.