INTRODUCCIÓN


I.                   INTRODUCCIÓN

Actualmente la tecnología es un factor vital para el desarrollo y evolución de una sociedad con sed de perfeccionamiento, la nuestra; relativamente el aporte de la tecnología es esencial en todas las áreas, pero se hace imprescindible en lo que respecta a la salud. Consideramos que debe existir una interrelación entre salud  y tecnología, ya que el manejo de los equipos médicos de alta complejidad es parte de los avances tecnológicos que se han venido efectuando a través del tiempo.
En los últimos años la tecnología se ha caracterizado por tener auge en el avance vertiginoso de la ciencia.

El desarrollo tecnológico ha propiciado un cambio asombroso en la salud; su avance ha permitido conocer infinidad de procesos que explican el porqué de muchas enfermedades, de eventos que ocurren en el organismo humano y de las consecuencias de relacionarse con su entorno.
Esto ha generado una forma más simple del razonamiento en la ejecución del acto médico, surgiendo dos tendencias distintas de pensamiento: Una en la que se investiga, reflexiona y estudia permanentemente acerca de los procesos y otra en la que se aplica la tecnología.
Gracias a la tecnología en el ejercicio de la salud  se han logrado las condiciones óptimas para los pacientes en cualquier intervención quirúrgica. Actualmente, se llegaron a utilizar los avances tecnológicos no sólo para curar sino también para prevenir las enfermedades; y posteriormente para todo tipo de investigación médica, la cual gracias a la tecnología ha realizado importantes descubrimientos.
Algunos avances tecnológicos han permitido un mejor tratamiento de fracturas complejas, que se manejan con altos estándares de seguridad para los pacientes el rápido desarrollo tecnológico en los últimos años y la combinación de los avances cibernéticos en salud han hecho que el manejo del trauma haya cambiado de manera radical y rápida. Es así como las fracturas complejas en la actualidad se manejan con altos estándares de seguridad para los pacientes, y eficiencia en los procedimientos.
Los pacientes politraumatizados con fracturas de alta energía son intervenidos en corto tiempo, y la seguridad anestésica ha llevado a que se puedan practicar más procedimientos en ventanas de oportunidad. Lo anterior depende de la severidad del mismo y de la medición de factores como las inmunoglobulinas, las hormonas, la procalcitonina, entre otros, que determinan el mejor y más seguro momento de la intervención.
Las fracturas en los pacientes ancianos son un nuevo capítulo, que hasta ahora se está escribiendo porque nunca nos habíamos visto expuestos al gran crecimiento de la población y a una expectativa de vida tan alta, incluso en ciertas zonas de nuestros países en desarrollo.
Las tecnologías de reconstrucción de imágenes basadas en tomografía axial computarizada tornan más claro el planeamiento de las fracturas con patrones bizarros de los ancianos. Los sistemas de fijación desarrollados para hueso de mala calidad así como las técnicas bloqueadas, en las placas que ya cumplen cerca de 15 años, han traído beneficios y seguridad importantes en la fijación de este tipo de tejido óseo, así como en los multiplacares con bloqueos cónicos que permiten mayor fijación en osteosíntesis con clavos en esta misma clase de hueso. También, en los mecanismos de aumentación que pretenden mejorar el agarre del implante a un hueso de calidad con substitutos óseos o cementos que disminuyen el número de complicaciones por pérdida de fijación en ancianos.
Hoy en día, los sistemas de integración con geriatría también tienen ventajas comprobadas como la disminución de estancias hospitalarias, cirugías precoces, mejores índices de morbo y mortalidad, y recuperación funcional en los pacientes.
Los avances en radiología han llevado a que ahora se cuente con mejores estándares de evaluación de la reducción y la fijación de fracturas, e incluso los nuevos intensificadores en tercera dimensión permiten recrear volumétricamente las reducciones y las fijaciones. La posibilidad de realizar fijaciones complejas con fluoroscopio de mínima invasión, especialmente en cirugía de pelvis y acetábulo, han hecho que estas fracturas sean manejadas de forma más precoz y sin las complicaciones que traen cirugías abiertas muy agresivas para el paciente.
Es así como estos adelantos tecnológicos nos han permitido lograr un mejor control de las fracturas complejas y desenlaces más positivos gracias a los cambios en la metalurgia y en el diseño de implantes. Por otra parte, las ayudas externas para cirugías de mínima invasión y el manejo de trauma complejo con sistemas de navegación, hoy es una realidad con diferentes ventajas en seguridad para el paciente al minimizar los abordajes y reducir las complicaciones.





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